domingo, 14 de octubre de 2007

Los nuevos erasmus

En el marco de la terapia de superación de la crisis poserasmus, el sábado me sumergí en una nueva generación de erasmitos en España. Lo sé, es un intento patético por aferrarme a aquellos tiempos gloriosos ("la añoranza del pasado no te deja avanzar"); yo prefiero llamarlo "periodo de transición". Todo hay que decirlo, andan todavía un poco verdes en las asignaturas de Salidas Nocturnas, Turboamistad y Orgasmus. Igual es que me tocó una erasmus de fiesteros, hipersociables y depravados, pero desde la primera noche se desató la locura, y nos sentó la mar de bien. Voy a ser una "mala influencia", pero como tutora del ESN me siento en la obligación de enseñarles lo que es bueno, porque es de delito que hasta anoche no hubieran ido medio de fiesta (seguro que en Madrid es mil veces más fácil que en Bruselas). Y yo, que me lío con dos de pipas, también me dejaré arrollar de vez en cuando por la vorágine infernal, por qué no. El truco para cualquier ex erasmus que se precie reside en limitar la espiral de trasnochar, alcoholizarse y hacer pellas a... ¿dos veces al mes? Uno tiene que ser disciplinado con las adicciones. Hay que tener cuidado, ya que quien ha sido erasmus lo sigue siendo toda su vida, como los fumadores por mucho que se empeñen en ponerse la partícula "ex" delante cuando lo han dejado: siempre te seguirán quedando las ganas de echarte un cigarrito con el café. Como sustituto puedes chupar uno de los de menta, pero es bien sabido que ya no es lo mismo.


François (Francia), Miguel (El Salvador) y Lee (Canadá) fueron los afortunados que manejaron como pudieron un harén de ocho francesas y una española de armas tomar. Durante toda la noche estuve cargando con el The Best of R.E.M. y el Missing Songs de Maxïmo Park (sarna con gusto, no pica) y con un póster de John Coltrane que compró Justine y que me dediqué a empuñar cual espada láser. Una jedi tiene que saber imponerse, si no se acaba en un pub de la C/Hileras como cuando era menor de edad. ¿He dicho ya que en Cava Baja abusan de los guiris con los precios? ¿Y que no vale correr riesgos intentando sacar dinero en el cajero maldito de La Caixa de Arenal? Pues ahora sí.

[Suena: Inbetween Days - The Cure]

1 comentario:

And I know it's old fashioned to say so dijo...

joder el del medio de rayas es clavao a fidel de aída!!