Zoé se mueve en la tripa de Carine. Nunca había oído hablar de ello, pero la haptonomía (ciencia de la afectividad que permite mejorar la comunicación y la comprensión a través del tacto) está empezando a enseñarse en hospitales como una faceta más de la preparación al parto. A través de esta ciencia, podemos decirle a mi futura sobrina que se mueva hacia un lado de la tripa u otro, donde haga menos daño a su mamá, tan solo dando golpecitos con los dedos... Suena a ciencia-ficción pero se conoce que funciona a las mil maravillas.
Carine me ha prestado una guía de Tokio y un libro de frases prácticas (francés-japonés), y me ha recomendado que un mes antes empiece a forzarme a probar distintos tipos de pescado crudo, en mi casa, para no cambiarle la dieta a mi estómago de golpe (que ya de por sí es un tanto sibarita); si no, me arriesgo a estar limitada a arroz y soba durante 15 largos días -con sus noches-.
Me siento rara.
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