lunes, 31 de diciembre de 2007

Yo y mis circunstancias

Un perfil.
Una ilusión.
Un plan.
Una carencia.
Una obsesión.
Otro viaje.
Más preguntas.
Una noche.
Es sólo otro año.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Consejos para neoparisinos (II)

Entre vuelos cada vez más baratos en líneas de bajo coste y hostales baratísimos con vistas al Panteón (de noche)

(y de día)
,ya no hay excusa para escaparse a París un fin de semana largo. He aquí unas cuantas ideas agradables para contrarrestar el clima catastrófico, el humor de perros de los parisinos y las hordas de turistas españoles:
  • Curiosear en la acogedora tiendecita de la Rue St. Martin Mona Lisait. Libros de esos de fotos gigantescas, con poco texto, que suelen costar un ojo de la cara, pero que aquí llevan hasta un 70% de descuento. Así, me enamoré de una obra completa de Georgia O'Keeffe (mi pintora favorita; su marido, el fotógrafo Alfred Stieglitz también tiene una obra impresionante) por el módico precio de 19'90 euros (su precio original era 60 euros), y no pude dejarlo allí solito (salí con una sonrisa de oreja a oreja). Arquitectura, fotografía, cocina, pintura, moda (de esos también me habría llevado veinte o treinta; nota mental: que en mi casa ideal quepa una librería), rarezas... Podría haberme pasado toda la tarde hojeando.

  • Asomarse al edificio de La Comédie Française, y pasear por el patio entre éste y el Palais Royal.
  • Recorrer les quais, dejarse tentar por los puestos de libros de segunda mano y ejemplares de Vogue de los años cincuenta. Cuidado con las tiendas de animales de la acera de enfrente, si eres hipersensible a los cachorrillos.

  • Ver el atardecer sentado/a en un puente sobre el Sena. Sugerencia personal: Pont des Arts.

  • Subir a la noria de la Concorde por la noche.

  • Ir a saludar a Clémenceau.

  • Admirar a los artistas que ponen su caballete en el Louvre y pintan en directo.




"T'es ma dernière poupée russe."




[Sonaba: Serre-moi - Tryo]

viernes, 21 de diciembre de 2007

Surrealismo

  1. La extraña pareja formada por Nicolas Sarkozy y Carla Bruni (ni en mis peores pesadillas los habría juntado).
  2. Que en medio de una entrevista en Cadena Ser con Esperanza Aguirre (ronca cual camionera a causa de un constipado): a) explique que quitó al niño Jesús del belén del Ayuntamiento, b) que pongan "We Danced Together" de The Rakes entera de fondo (¿?) y le pregunten, "¿Bailará usted estas navidades?".

Realismo sin aditivos es que la Conferencia de Anápolis ha sido una farsa de poca monta que ni sus propios actores se estaban creyendo. Otra bonita foto para el álbum de Bush que, por descontado, no dará ningún fruto. De la Conferencia de Bali y el Protocolo de Kioto (UNFCCC) prefiero no hablar, que me suben los triglicéridos (ni del IPCC, ni de Al Gore...). Ni compromisos, ni cooperación. Todo es dinero y mentiras, como Papá Noel.

Mentiras, pero sin dinero, las de algunos cazurros que se hacen llamar "traductores". En este blog las cazan y denuncian. A dios gracias.

[Suena: Let's Dance to Joy Division - The Wombats]

P.D.: Voy a recoger firmas para que Maja Ivarsson deje de enseñarnos la ingles de una vez. Lo juro.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Siempre nos quedará...

...París.


De vuelta a los cielos parisinos. Bajo los mismos, Sacré Coeur, Montmartre.



Allí hasta el lunes. Feliz puente y disculpen mis últimas entradas-telegrama. Stop.



[Suena: Soulwax - E-Talking] Hmm, ¿a qué país me recuerda?

lunes, 3 de diciembre de 2007

Shame on who?

Vergüenza ajena. ¿Sí o no, muchacho?

sábado, 1 de diciembre de 2007

Jess & Huertas


Otra celebración conjunta, ¡menuda semanita! Qué bufanda roja más bonita... (aunque suelte pelusilla).


Lo = 21; Jess = 23

[Sonó: Promesas que no valen nada - Los Piratas] (unas tres o cuatro veces)

viernes, 30 de noviembre de 2007

Freeway & Astoria

Sara, Esther, Inés, Paula, Pau, Bea, copas gratis, tarta de queso, cubitera, Absolut & Red Bull, tartera de Marilyn, Pampero, Arturo, Lambrusco, taconazos, pajitas aéreas, Peñascal, maquillaje, Rayito, Irene y el gato acostao.



[Sonó: Postcard of a Painting - Maxïmo Park]

jueves, 29 de noviembre de 2007

21


Un año más. La misma alegría y un vale para Botox preventivo, por favor.



[Suena: The Test - Chemical Brothers feat. Richard Ashcroft]

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Paula


Ella es especial. Nació en el mismo hospital que yo, sólo unas horas antes. Quién sabe, quizás nos escupiéramos el chupete a la cara o llorásemos por primera vez a un par de cunas de distancia. Lo que con toda seguridad yo no sabía es que 14 años más tarde el azar nos pondría a las dos en un botellón en una tarde de julio y que, durante los 7 años que siguieron, se iría haciendo cada vez más imprescindible en mi vida, hasta llegar al grado de dependencia actual.

Ella es especial no por las circunstancias espaciotemporales, sino por ser capaz de sacar lo mejor de ti. Es especial por hacerte sentir especial cuando estás a su lado.
Es un regalazo de 21 años de antigüedad.

Felicidades.



[Suena: Someday You Will Be Loved - DCFC]

martes, 27 de noviembre de 2007

A mi madre

[Esta tarde, ella estudiando frente al ordenador, repitiendo en voz alta las palabras del curso de francés, capítulo 3: las verduras.]

-Maïs... ¿Eso se pronuncia con "e"? ¡¡Ah, no!! Que lleva diálisis...
-(Yo empiezo a morirme de la risa.)
-Hija, en mi época se decía así, como lo que te hacen cuando no te funcionan bien los riñones.
-(Yo, literalmente con las manos en la tripa, llorando de la risa.)
-Espera, es verdad: puntos circunflejos.
-(Mañana, agujetas seguro.)
-¿Entonces los circunflejos qué son, un tipo de comillas?

Algo de razón tenía: un acento circunflejo lo giras 90º y es el 50% de una comilla latina...

No sé si habrá sido la laringitis, pero no se puede ser más mona :)
Mil gracias por hacer el esfuerzo de aprender una lengua de gangosos.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Tierna es la noche

"...she felt that she had learned something, though exactly what it was she did not know.
Later, she remembered all the hours of the afternoon as happy -one of those uneventful times that seem at the moment only a link between past an future pleasure, but turn out to have been the pleasure itself."


F. Scott Fitzgerald, Tender is the Night



[...sintió que había aprendido algo, aunque no supo exactamente el qué. Tiempo después, recordó cada hora de aquella tarde como algo feliz, una de esas ocasiones corrientes que en el momento parecen sólo un eslabón entre placer pasado y futuro, pero que resultan haber sido el placer en sí mismo.]


I just close my eyes as you walk OUT.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

"Ciao, bella"



Como dijo Karl Lagerfeld, "If you want social justice, be a social worker". No me culpen, son los estrógenos y el consumismo prenavideño que anegan mi torrente sanguíneo y nublan mis sentidos. Aseguro que las magníficas tiendas de segunda mano de Roma no hacen sino inducir a abandonarse en el perfume del glamur decadente, la ostentación y el divismo. No se alarmen, acto seguido abres la cartera con un único billete de 10 euros y el efecto es como el de esa colleja que un poco más y te descoyunta. Habrás pasado de Audrey Hepburn a Lina Morgan en tiempo récord. Por mucho que me enamoraran las prendas, pagar casi más por algo usado que por algo nuevo todavía no encaja en mis esquemas (debe de ser el gen recesivo de mi madre, el de "qué modernidad tan poco pulcra la de pagar por algo que otra señora ha estado desgastando"). En todo caso, para quien tenga un presupuesto más abultado que el mío, o por la sola curiosidad de encontrar botas, bolsos, zapatos y cinturones originalísimos y bolsos y vestidos hasta de los años 60, no puedo dejar de recomendarle que se pase por alguna de estas tiendas:


  • Abiti Usati, Via dell Governo Vecchio 45 (también hay otra en el número 35).
  • La Bohemiènne, Via Cappellari (cerca de Campo di Fiori). En esas dos calles también se encuentran numerosos talleres de artesanía (de vidrio o bisutería, por ejemplo), galerías de arte, tiendas de antigüedades...
Si, como yo, tienes un agujero en el bolsillo que nunca te acuerdas de remendar, en Madrid e incluso en París (sorprendentemente) hay opciones infinitamente más baratas en cuanto a ropa de segunda mano (vestidos, carteras, botas, zapatos... ¡entre 10 y 30 euros!). Si tienes la ocasión de visitar París, aprovecha, pues, la cercanía del Pompidou para echar un vistazo en la Rue St Martin o la Rue Ste Croix de la Bretonnerie (Free'p'Star).

Volviendo al tema de Roma, no pude acordarme más de Pau en el Trastevere (el barrio más castizo y popular de la ciudad), primero por la Fontana dell'acqua Paola, y segundo por una tienda enorme de libros y DVD llamada Libreria dell Cinema, en Via dei Fienaroli. Por esa zona, en un restaurante con menús para turistas, un cartel decía:

"In questo luoco prima di tutto alberga la democrazia e la toleranza".

Muy bien, así me gusta. Y tiramisú casero, por favor. En otro, un poco más lejos:

"We are against the war and the tourist menu. We cook quality, real Italian food for every individual".

Daban ganas de coger una tiza y sugerir "Si me lo cobran al mismo precio, me apunto". Desconfío por defecto de los restaurantes que pretenden conquistar mis inquietudes intelectuales, no mi estómago. Si quiero alimento espiritual, me voy a una tertulia.

Aclarado esto, mis restaurantes predilectos fueron dos:

  • Gallo Matto (en la imagen), Via Cavour. Comida tradicional de la buena, en un local sin lujos pero muy acogedor, con decoración peculiar en las paredes (sillas, máquinas de moler café, máscaras de goma...) y Rita Pavone de fondo. Precios razonables y una dueña campechana.
  • Pontifice, Via Gregorio VII. Muy cerca del Vaticano, siempre está de curas, monjas y estadounidenses (para eso último no tengo explicación), llenando sus copas con Lambrusco. Todo delicioso pero, como en la mayoría de los restaurantes italianos, los cubiertos, el pan y el servicio ¡te los cobran aparte! Suelen ser dos euros más por persona.
No se equivoquen, porque no todo fue placer culinario y consumista. También hubo lugar para el gozo estético puro disfrutando del interior del Coliseo, el Palatino y el Foro romano, los Foros Imperiales, el Foro de Augusto, el Teatro Marcello... Roma es un museo al aire libre, no todos los días tropiezas a cada paso con columnas y restos arqueólogicos de miles de años (o renacentistas de dejar con la boca abierta). ¿Acaso no es eso lo que la hace única? Eso, y las ganas que te da de comprarte una vespa, montar una heladería y exterminar a los engominados metrosexuales de rayos uva y sus novias uniformes.



[Suena: La partita di pallone - Rita Pavone]

martes, 6 de noviembre de 2007

Vacanze Romane

Roma, vol. III


2003, 2005, 2007... ¡Si al final echar la moneda a la Fontana de Trevi va a resultar que surte efecto! (Estaré pensando en vosotras, cocos).



[P.D.: Vuelvo el martes.]

jueves, 1 de noviembre de 2007

On déménage quand?

Prefiero esta ciudad en otoño sobre cualquier otra estación del año. Yvelines está llena de árboles de hojas rojáceas, marrones, rosas y naranjas, a diferencia de España, donde hasta diciembre no ha hecho el frío suficiente para que muden las hojas, y el cambio estación lo marcan otro cambio (el de la hora) y otras hojas (las del calendario).

Las bajas temperaturas y las necesidades fisiológicas nos llevaron a uno de esos cafés cerca del Louvre, en la plaza donde está el metro. Las lámparas calefactoras me pusieron dolor de cabeza y los 5 euros por el descafeinado con leche remataron las náuseas (lo primero sea la salud de nuestro esfínter). Para cuando llegamos a Beaubourg, yo ya estaba en estado catatónico; me senté y me distraje mirando los tubos de colores, las escaleras mecánicas y los carteles de la exposición de Giacometti en el Pompidou. La gente fue llegando y creo que fuimos a Chatelet a beber unas pintas, y digo creo porque el mareo me tenía en un estado de desrealización bastante serio. Cuando llegamos a casa de Matt en Goncourt, opté por tomarme un Neobrufen y echar una cabezadita. Muerta de frío, dormida y con temblequera en las extremidades, no se les ocurrió nada mejor para volver a casa de Raph que coger un bicicleta de las de VELIB (la alquilas de una máquina con tu tarjeta de crédito en un punto de la ciudad y la depositas en cualquier otro, a cualquier hora). La última vez que Raph y yo montamos en bici fue en Ile de Ré (una islita frente a La Rochelle) en agosto de 2005, donde ella acabó con una quemadura en el brazo por la fricción contra la gravilla y yo comiéndome un árbol. Excelente idea, vamos. A dios gracias, mi terror a la conducción de quoi que ce soit hizo que segregara una cantidad ingente de adrenalina (como un chutazo) que me despertó a la tercera pedalada, de modo que, finalmente, incluso conseguí disfrutar de la experiencia ¡hasta el punto de no querer soltar la bicicleta al final del recorrido! El único momento en que temí por mi vida fue en la Place de la République, con coches cruzándose en todas direcciones... para la próxima, vamos por la acera, por el bien de todos.



Lo que no soporto de no dormir en mi casa es que a la mañana siguiente te levantas con legañas de rímel y la ropa oliendo a bar. Caminamos desde Faubourg Montmartre hasta Pyramides para coger el... ¿¿coche?? Anoche lo dejamos aparcado al lado de la Comédie Française y sin embargo ha amanecido en la fourrière de Porte de Clichy... Se ve que el coche también tenía ganas de juerga. La respuesta es que a la luz del día apareció un cartel: "Sólo miembros del Consejo Constitucional". A postergar el momento soñado de la ducha caliente y el desayuno a mediodía (menos mal que nos dio la risa tonta). Maldita suerte la nuestra con las multas.

¡Qué bonito es el otoño de París! Como a las hojas, esta ciudad me ha dado ganas de mudarme. Ahora sí lo sé: en algun momento de mi vida, viviré aquí. Tenemos muchas ironías por compartir.



[Suena: 1234 - Feist]

miércoles, 31 de octubre de 2007

Les gamins-citrouille

Bonne fête de Halloween à tous!




¡Feliz fiesta de Todos los Santos! A comer buñuelos de viento y huesos de santo (hay una leyenda que cuenta que están hechos con el mazapán reseco de las navidades anteriores).

Le Meux

Por lo general monto poco en coche, quizás por eso soporte cada día menos los atascos, por aquello de la falta de costumbre. Salimos de casa con tiempo, pero la hora pu(n)ta no perdonó y para colmo la carretera de la salida Compiègne Ouest estaba cortada a la altura de la estación de tren. ¿Solución? Aparcar el coche y seguir a pie, no quedaba tiempo para aventurarse a buscar rutas alternativas. Llegamos a casa de Carine y Fred a las 18:40, y yo con la traducción sin preparar para el primer TVT (taller virtual de traducción).

Zoé se mueve en la tripa de Carine. Nunca había oído hablar de ello, pero la haptonomía (ciencia de la afectividad que permite mejorar la comunicación y la comprensión a través del tacto) está empezando a enseñarse en hospitales como una faceta más de la preparación al parto. A través de esta ciencia, podemos decirle a mi futura sobrina que se mueva hacia un lado de la tripa u otro, donde haga menos daño a su mamá, tan solo dando golpecitos con los dedos... Suena a ciencia-ficción pero se conoce que funciona a las mil maravillas.

Carine me ha prestado una guía de Tokio y un libro de frases prácticas (francés-japonés), y me ha recomendado que un mes antes empiece a forzarme a probar distintos tipos de pescado crudo, en mi casa, para no cambiarle la dieta a mi estómago de golpe (que ya de por sí es un tanto sibarita); si no, me arriesgo a estar limitada a arroz y soba durante 15 largos días -con sus noches-.


Me siento rara.

domingo, 28 de octubre de 2007

Paris la nuit

Se aparta una mecha rubia de la cara y da una calada a su Marlboro.

- Cuando seas una intérprete de prestigio y yo una abogada de la leche, iremos de compras por Faubourg St Honoré.

- Dame 3 años... o 4.
- A m
í mejor dame 10.

Por el momento, con las friperies de Beaubourg nos basta y nos sobra. Raphaëlle camina detr
ás de mí, y añade que de espaldas doy el pego, parezco una auténtica parisina... pero que de cara no tengo nada que hacer. ¿Me lo tomo como un cumplido?
- ¡Yo no he dicho que parecer parisina sea bueno o malo! Yo lo soy porque lo dice mi carné de identidad, pero ni yo me lo creo...
Se ríe y se cuelga de mi hombros. Las parisinas tienen una cara especial. No es broma. No sé si será por el maquillaje discreto (cuando lo hay), el pelo suelto o atado en un moño revuelto, pero siempre natural, el cigarrillo en la mano (ojo que todavía no he conocido a ninguna que no fume), las líneas simples dignas del Comptoir des Cotoniers (algodón, elegancia, discreción, camisas, cache-coeurs) y la marroquinería hippie, los fulares. Que no falten, los fulares.

La tartiflette (patatas, beicon, cebolla, queso Reblochon fundido) nos pesa en el estómago; no obstante, es comida de montaña para después de un día de esquí, y todo el deporte que hemos hecho hoy ha sido ir al mercado a comprar los ingredientes -en coche-. La casa de Caro en République ha cambiado mucho en un año, el salón esta mucho más acogedor, se nota la mano de IKEA, y también hacen los libros de diseño y de moda de los de todo foto, cero texto, algunas láminas con marcos de collage y una silla superlativa pintada de rojo y tapizada con motivos añil y blanco -parece sacada de Alicia en el pais de las maravillas-. Para favorecer la digestión, bajamos los cinco pisos por las escaleras (no me canso de los minúsculos peldaños de madera de los edificios antiguos del centro, los granates y los verde botella de las paredes, los cerramientos en blanco de las ventanas de los patios interiores, las vistas a la Torre Eiffel de las que todos presumen, aunque en algunos casos no se alcance más que a ver una esquinita, es un detalle que parece que te da clase). Esperemos que eso o un par de chupitos de tequila ("y sal y limon", si no puntualizas no se les ocurre ponértelo) nos ayuden a hacer hueco para el Cosmopolitan, el Bloody Mary (odio el tabasco) o las copas de vino tinto. Lo cierto es que el jazz manouche de Aurore Quartet se disfruta igual de bien sin alcohol en sangre.

Sienta g
enial ganar una hora al tiempo. En una hora puedes vaciar una calabaza y decorarla, comprar caramelos, hacerte un disfraz de romano, preparar una torta de salmon o un bizcocho de yogur. Es ficticio, no lo ganas porque desde por la mañana te dices "son las 8 pero en realidad son las 7 asi que puedo dormir/vaguear una hora más", vas desfasando todas tus actividades y acabas acostándote igual de tarde. Con eso y con todo, autoengañarse es de lo más facil que existe, cualquier excusa es buena para vivir de la ilusión. Por un día se nos olvida que al tiempo no lo engaña nadie.

Por eso, en voz baja en la Rue Cadet, farfullé que poco importa lo que me lleve recorrer el camino mientras no fracase. La misma historia del fin y los (inter)medios.



[Suena: La terre ferme - Luke]

viernes, 26 de octubre de 2007

Reencuentros

Desde ayer, de nuevo en París. Encargad vuestros cruasanes y boinas ahora, o callad hasta el puente de la Constitución.

Una cucharada de reencuentros con el andén del Thalys, el McDo des Champs, Tatiana y Elena. Otra cucharada de un jarabe nuevo: el RER desde el Roissypole de CDG, y muy rica porque me dejó directa en Gare du Nord, pero los 8,20 euros por un trayecto de tren de cercanías me dejaron con un sabor a estafa en la boca (por seguir con la metáfora). Un hombre se puso a tocar con su guitarra el Minor Swing, que parece que últimamente me persigue, y por amenizarme la ida cobró un euro. A la gente pareció no gustarle mucho; será que no saben tocar la guitarra (apreciar lo que cuesta tocar lo que tocó).

El paseo hasta Place de Clichy-La Fourche compensó, como los mini helados del zulillo, las cervezas variadas, las patatas con sabor a pollo asado y, por supuesto, esa tortilla de patatas que era una obra maestra. El reencuentro con Jul fue curioso, porque justo cuando iba a abalanzarme a su cuello, una chica que estaba al lado de él me preguntó cómo llegar a no sé dónde. Me dieron ganas de seguir adelante con mi plan y plantarle un morreo a dos centímetros de la pobre muchacha, pero alguna mota de decencia rebelde salió al paso y me retuvo el tiempo necesario para despacharla. El beso me gustó igual.


El jefe y yo estamos de cocinillas (ya me lo agradeceréis la próxima vez que os invite a mi casa a cenar). Voy a engordar dos kilos, lo estoy viendo.
¡¡¡Felicidades Merily!!!

sábado, 20 de octubre de 2007

Champiñones

Aviso a navegantes: en esta época, brotan hasta en mi bitácora. Eran entradas que guardé como borradores en su día, a la espera de rematarlas. Son 10 "nuevas" publicaciones que encontrarás si te das una vuelta por el archivo de septiembre, agosto, e incluso una en julio. Lo sé, soy un desastre. Me amparo en el "más vale tarde".

Las hay de turismo (Colonia, Knokke, Bruselas, Normandía), culturales (la Noche en Blanco, un Festival de Teatro), reflexivas (de tiempos turbulentos, finales de etapa, la infancia y el alzheimer) e incluso tontacas (Johnny Cash y yo). Mi predilecta, Normandía (más bien Pas-de-Calais), pues le debo un homenaje desde que me enamorara en marzo con vistas como ésta:


[Suena: Skip Divided - Thom Yorke]

jueves, 18 de octubre de 2007

In Rainbows

Por fin. Hoy me sentía generosa y con ganas de música nueva (con garantías), y me he descargado legalmente el nuevo álbum de Radiohead por el precio que yo he estimado oportuno: 4,99 libras (unos 7,5 euros). Creo que incluso si pagas sólo 0,99 libras ya es más honesto y mucho más justo que bajártelo de Emule (opción siempre respetable cuando en las estanterías de la FNAC está a 18 o 20 euros). Es un precio simbólico, un reconocimiento económico al trabajo que la banda ha realizado y las narices que le han echado para asumir con la cabeza alta lo que no deja de ser un "riesgo" (vale, si es un fracaso tampoco se van a morir de hambre, pero si triunfa esto puede suponer una revolución). Podrían repetir el experimento con una versión en CD y tal...

Hay una canción que, por sí sola, ya merece las citadas 0,99 libras, y que no deja de dar vueltas en mi cabeza: "Reckoner". Me parece, sin exagerar, una de las mejores canciones de toda su carrera (mejorando lo presente). Aprovecho la ocasión para defender el Eraser de Thom Yorke en solitario, que algunos fans de Radiohead no acogieron precisamente con los brazos abiertos, no acabo de comprender muy bien por qué, ya que a todas luces sigue la misma línea. Juzgue usted mismo el "Harrowdown Hill" o "Analyse" (actuación en directo en Mercury Prize 2006):

El motivo de su mirada al público al principio y de que la intro sea más larga que en el disco es que por lo visto había dos personas hablando y riéndose, por lo que, ni corto ni perezoso, no empezó a cantar hasta que se dieron cuenta y se callaron. A mí lo de la falta de respeto es que me consume la paciencia.

lunes, 15 de octubre de 2007

Día de Acción del Blog

Si hay algo que me gusta de Blogger, más que a título puramente individual, es la promoción del espíritu "movamos el mundo a golpe de teclado". Un ejemplo es el Día de Acción del Blog, que brinda una oportunidad de oro para sentirte parte de algo más grande a través de tus artículos y, juntos, tratar de hacer reflexionar, ya sea mínimamente, a los lectores de los cinco continentes. Este año se ha decidido que el objetivo sea despertar la conciencia social adormecida respecto del medioambiente, que nunca viene mal repetirnos lo que ya sabemos pero tan pocas veces llevamos a la práctica con el fin de proteger nuestro entorno para las generaciones venideras (qué cantidad de clichés en una misma frase). La cuestión es esa: lo tenemos todo muy visto, y muy oído, nos cansa. "Total, si yo reciclo, pero el vecino no, el resultado va a ser el mismo". Me incluyo, todos incurrimos en el mismo error. Sin embargo, con pequeños gestos como no comprar esas madalenas que van envueltas en cuatro bolsitas de plástico diferentes o vaporizadores con los tristemente famosos CFC, estamos dando una lección a la mayoría de los fabricantes, quienes por norma general no se "preocupan" por la ecología más que cuando se trata de utilizarla con fines de marketing: lavar su imagen con acciones puntuales que no buscan más que caernos un poco mejor en la estantería del supermercado, para inmediatamente después, cómo no, volver a las andadas.

Aquí tienes algunas muestras (casi 20 000) de las que puedes aprender leyendo su entrada del 15 de octubre.

Deberíamos mirar a los idealistas como a quien está a punto de cambiar el mundo, una fuerza en potencia. Si alguien es tildado de loco por ser capaz de moverse de forma altruista (en el límite de sus posibilidades) en pro de una utopía, merece todo mi respeto, adelante. Al que se le ocurrió inventar los coches eléctricos o los parques eólicos seguramente intentaron partirle la cara por dar ideas. Ahora se va haciendo más rentable y empezamos a comprender que el proceso es irreversible: no queda otro camino que no lleve hacia las energías limpias y los esfuerzos económicos que esto implique.

Yo, me uno.

[Suena: Monday Morning - Pulp]

domingo, 14 de octubre de 2007

Los nuevos erasmus

En el marco de la terapia de superación de la crisis poserasmus, el sábado me sumergí en una nueva generación de erasmitos en España. Lo sé, es un intento patético por aferrarme a aquellos tiempos gloriosos ("la añoranza del pasado no te deja avanzar"); yo prefiero llamarlo "periodo de transición". Todo hay que decirlo, andan todavía un poco verdes en las asignaturas de Salidas Nocturnas, Turboamistad y Orgasmus. Igual es que me tocó una erasmus de fiesteros, hipersociables y depravados, pero desde la primera noche se desató la locura, y nos sentó la mar de bien. Voy a ser una "mala influencia", pero como tutora del ESN me siento en la obligación de enseñarles lo que es bueno, porque es de delito que hasta anoche no hubieran ido medio de fiesta (seguro que en Madrid es mil veces más fácil que en Bruselas). Y yo, que me lío con dos de pipas, también me dejaré arrollar de vez en cuando por la vorágine infernal, por qué no. El truco para cualquier ex erasmus que se precie reside en limitar la espiral de trasnochar, alcoholizarse y hacer pellas a... ¿dos veces al mes? Uno tiene que ser disciplinado con las adicciones. Hay que tener cuidado, ya que quien ha sido erasmus lo sigue siendo toda su vida, como los fumadores por mucho que se empeñen en ponerse la partícula "ex" delante cuando lo han dejado: siempre te seguirán quedando las ganas de echarte un cigarrito con el café. Como sustituto puedes chupar uno de los de menta, pero es bien sabido que ya no es lo mismo.


François (Francia), Miguel (El Salvador) y Lee (Canadá) fueron los afortunados que manejaron como pudieron un harén de ocho francesas y una española de armas tomar. Durante toda la noche estuve cargando con el The Best of R.E.M. y el Missing Songs de Maxïmo Park (sarna con gusto, no pica) y con un póster de John Coltrane que compró Justine y que me dediqué a empuñar cual espada láser. Una jedi tiene que saber imponerse, si no se acaba en un pub de la C/Hileras como cuando era menor de edad. ¿He dicho ya que en Cava Baja abusan de los guiris con los precios? ¿Y que no vale correr riesgos intentando sacar dinero en el cajero maldito de La Caixa de Arenal? Pues ahora sí.

[Suena: Inbetween Days - The Cure]

viernes, 12 de octubre de 2007

Víspera de festivo

A dios pongo por testigo
que no volveré a salir
en víspera de festivo





O si lo hago, pasaré de largo delante de los garitos y me abonaré a la casa de los Iglesias o a una reunión de amigos como la del final de la noche. A ser posible sin perros en celo pero sí con Radiohead y cámaras reflex.


[Suena: Nude - Radiohead]

sábado, 6 de octubre de 2007

Travis


"Free Wynona!" Después de beberme el mini de cerveza por el módico precio de -atención- 9,5 euros, apenas era capaz de recordar si estábamos congregados en La Riviera con motivo de una manifestación pro-cleptomanía, de un encuentro de fans de Muchachada Nui y frikis varios o de una "fiesta de las palmeras de plástico". Desperté de mi desvarío etílico al son de la música de Rocky, al tiempo que los componentes de Travis se abrían paso entre el público para llegar hasta el escenario (hay que ser valiente) ataviados con batas de satén con capucha, como las de los boxeadores. Cuando vi la cara de Fran, se me olvidaron las ganas de ir al aseo, los mostrencos que nos dificultaban la vista (ya es mala suerte) y hasta las agujetas por pasarme una hora en cuclillas. Había estado esperando asistir a un concierto de Travis prácticamente desde que tengo uso de razón, así que puede entenderse que estuviera al borde de las lágrimas con "Turn" o "Love Will Come Through"; sin embargo, si hubo una que me llegó más que el resto, fue "The Humpty Dumpty Love Song", primero porque no me la esperaba (no es de las más conocidas) y segundo porque para él y para mí es muy especial (Movistar debió de ponerse contento porque hice buen gasto). Eché de menos "Re-Offender" y alguna más del último disco ("Colder", por ejemplo), pero suplieron su falta "Beautiful Occupation" y momentos tiernos como el de "Flowers in the Window":


Otros puntos clave fueron...

- El comentario sobre los bidés y la alta higiene de los españoles.
- "Good Feeling" y el "Somebody's been practising, uh?"
- "Pogo makes you feel 10 years younger... So please, if you're 10, DO NOT do this or you'll be dead".
- Y, por descontado, "Why Does It Always Rain On Me", que por lo visto la escribieron estando en Madrid (o eso dijeron). En Glastonbury de no sé qué año se puso a llover a mares nada más empezar a cantarla, en una tarde en la que no había llovido nada, y la anécdota se hizo popular.

En definitiva, un concierto que me supo a mucho pero se me hizo corto (lo bueno no cansa), y que te da ganas de hacerte un abono para las giras futuras por los siglos de los siglos (léase Coldplay). A destacar la amabilidad de Fran, que se esforzó en pronunciar en inglés británico estándar (tiembla con los escoceses, y si son de Glasgow, más) y hablar despaciiiito para que las coñas las entendieran grandes y pequeños en lo que al manejo de la lengua inglesa se refiere. Es un placer ver que tras años de conciertos, todavía tienen energía y ganas, lo viven, en lugar de poner cara de setas como muchos novatos que se endiosan al segundo día y se aburren.

En Low Club, Peter Hook de New Order a los platos, y DJ Pomme-Lux y Johann Wald en el back room.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Clara


Hora de soplar tus 23 velas, es un número primo.

¡Feliz cumpleaños, ex rastas/bolita de billar! Nada que envidiarle a la Portman.
Como siempre digo, aquí las cosas claras, y el chocolate... belga.
(¿Algo más penoso que regalarle un peta traído de Amsterdam a alguien que acaba de dejar de fumarlos? Sí, acompañarlo de un alcoholímetro de usar y tirar... ¡El año próximo mejor te compro otra taza!)
[Suena: Consolation Prizes - Phoenix]

sábado, 29 de septiembre de 2007

Totemo yokatta desu ne!


Vamos, que fue bonito mientras duró. Ahora a ver cómo amortizo la inversión de 35 euros...

[Suena: Heaven Knows I'm Miserable Know - The Smiths]


ACTUALIZACIÓN:
Cuatro días más tarde, compré un billete de ida y vuelta a Tokio con seguro de viaje incluido. ¿Son cosas mías, o ando un poco voluble? Sea como fuere, ahora ya no hay vuelta atrás. Tengo que ir a que me miren lo de la inestabilidad psicológica. Entretanto, declaro oficialmente que ahora soy 813 euros más pobre, pero mucho menos miserable. Como dijera Arminda en su día, "by far, mi niña, by far!".

viernes, 28 de septiembre de 2007

Callao, 21:30

El frío me mantiene despierta. El de Bruselas me ayudó a corregir hábitos malsanos de latitudes sureñas como llegar 10 o 15 minutos tarde a mis citas. Intuyo que mis amigas están tan positivamente sorprendidas como comprensiblemente escépticas. Esto es de por vida ya, o eso espero (igual el calor del próximo verano me vuelve a freír el cerebro, pero para eso falta un año: apresuraos a quedar conmigo mientras dure).

Con la cabeza alta y ningún signo de sopor, llego a la Plaza del Callao a las 21:20. Dejo enchufado el iPod, todavía faltan unos minutos para conocer a una de mis tuteladas (me he hecho tutora del programa ESN), Sonia Levoye, erasmita francesa 2007-2008 de mi facultad. Habíamos pospuesto este primer encuentro por distintos motivos, y no sé cómo voy a reconocerla, no he visto ninguna foto suya ni ha expresado que vaya a ponerse un clavel rojo en la solapa de la chaqueta. Estas cosas me hacen gracia, lo he vivido antes, y por lo general suelo identificar al sujeto en cuestión por su mirada inquisitoria a cada una de las personas que tiene a su alrededor, como preguntando "¿serás tú?". Soy observadora y eso se me da bien.

21:35, apago el iPod y doy un toque con el móvil para indicar que estoy aquí, y la información gratuita de Orange me hace partícipe de que ella sigue en el metro: "Apagado o fuera de cobertura". Esto va para largo. Inmediatamente doy rienda suelta a una de mis aficiones favoritas: analizar el entorno, ver pasar riadas de gente, cada uno de su padre y de su madre. Me gusta imaginarme sus historias, por qué tienen pinta de estar cabreados, a quién están esperando, a qué dedican el tiempo libre. Hay una chica que me mira desde que salí del metro. Quizás ella también haya concertado una "cita a ciegas" y se pregunte si soy yo a quien espera, y las dos nos miramos sin atrevernos a dirigirnos la palabra. El caso es que tiene cara de francesa: rubia, ojos azules, indumentaria discreta de clásica parisina. Espera, Sonia es de Lille; no es ella. Más vale que vuelva a encender el iPod, pero me quedo con el móvil en la mano, porque con el tono tan discreto que tengo lo más probable es que no lo oiga si me llaman.

21:45, vuelvo a dar otro toque y me doy cuenta de que no me gusta la voz de la señorita de Orange, es casi tan desagradable como la del cantante de The Format (que sus fans me perdonen). Bueno, desde Simancas en metro no sé cuánto se tarda, en cuanto fueran un poco con la hora pegada al culo, es fácil que esto pase, sobre todo a ella que acaba de llegar y no sabe calcular. El nuevo disco de Interpol me ameniza la espera que da gusto: Our Love To Admire.

21:50, el tiempo pasa despacio, y hace un frío de tres pares de narices. ¿Cómo puede cambiar tanto la temperatura de un día para otro? Dios mío, dime que la variabilidad del tiempo bruselense no se ha convertido en un fenómeno mundial. Bruselas... Aquel jueves salí corriendo del Sleep Well para llegar a la hora a La Bourse, punto de encuentro por excelencia, como aquí El Oso y el Madroño o el Km 0. De hecho, fui la primera española en llegar. No recuerdo si aquella noche cené algo en el Cheesecake Café, porque estaba demasiado emocionada para que mi píloro respondiera.

21:55, esto está pasando de azul oscuro a casi negro. ¿Qué hago? ¿Me estará dando plantón? ¿Se le habrá olvidado que habíamos quedado? No puede ser, hablamos hace sólo una hora y media. Ya sé lo que haré, llamo a Beatriz o a Esther o a Paula para ver si están por el centro, y hago tiempo con ellas, y cuando Sonia me llame acudo a donde esté. No es mi noche de suerte, están todas en sus casas.

22:00, espero 15 minutos más y me voy. No sé cuántos toques he dado ya. Si no fuera porque lo hemos pospuesto tres veces, me iría y con razón. Me siento en un banco y veo que los repartidores de folletos de una academia de actores toman el metro para ir a Sol a seguir con la tarea. Uno de ellos es argentino. Me miran de vez en cuando, debe de darles pena una chica como yo a la que le hacen esperar 40 minutos, ¿no? A mí me daría.

22:02, leo un cartel gigante pegado a una marquesina junto a un kiosko, "Agua super fría". ¿El invierno les ha pillado por sorpresa -como a todos lo que se han puesto vestido o manguita corta hoy- y no les ha dado tiempo a quitarlo? Nadie en su sano juicio querría comprar otra cosa que no sea un café o un chocolate caliente. Tengo un impulso maniaco de levantarme y arrancar las tiras de cinta de carrocero y los DIN-A4 superpuestos escritos en mayúsculas con caligrafía (ir)regular. Ahí es cuando me acuerdo del incidente de la salsa boloñesa y los macarrones blancos y reprimo mis instintos.

22:09, hay un loco rondando por la plaza. No hace más que reírse y gritar "¡Menos joder! ¡Menos joder y más follar!". Si en el fondo el hombre tiene razón.

22:11, salen dos chicas del metro con cara de azoradas. Definitivamente parecen guiris, pero no me las habría imaginado así jamás: la rubia va muy hippie y la morena bastante arreglada y pintadita. La morena saca su móvil, marca, y el mío empieza a sonar...


Menudo pateo nos marcamos. Primeras clases de Cultura y Civilización Madrileña de mano de una servidora. Parecen contentas, me recuerda a lo que ella dijo sobre que se les identifica enseguida en C. Universitaria en el periodo de exámenes de septiembre, entre miles de rostros amargados pertenecientes a almas en pena que buscan su redención en una maldita nota.


[No I In Threesome - Interpol]

El invierno nos pilló por sorpresa

Al decir esta frase me he acordado de un corto de Natalie Portman, dirigido por Tom Tykwer, cuyo título original era True, pero que más tarde se incorporó como "Faubourg St Denis" al film Paris Je T'aime, que no me puedo cansar de recomendar.

"There are times when life calls out for a change, a transition. Like the seasons. Our Spring was wonderful... but Summer's over now. We missed out on Autumn and now, all of a sudden, it's cold, so cold everything's freezing over. Our love fell asleep, and the snow took it by surprise. But if you fall asleep in the snow, you don't feel death coming."


Aquí os lo dejo, con subtítulos en inglés, para los poco amigos de la lengua de los galos, y aquí en castellano, que os conozco (pero como siempre digo, ¡nada como la versión original!).

jueves, 27 de septiembre de 2007

Revival

Si Midlake recrean el estilo Boston o Eagles poniendo los pelos de punta, The Mary Onettes consiguen transportarnos de nuevo a principios de los 80, a los primeros pinitos de los sintetizadores y el sonido de estudio de bandas como Joy Division o The Smiths. La batería velada, el tino-nino dando un poco dramatismo, los punteos que paren melodías melancólicas (o puede que la melancolía la ponga el oyente) que se te meten dentro; si no fuera porque las letras no son muy brillantes, auspiciaría a The Mary Onettes una carrera de éxito fulgurante como la de We Are Scientists después de tocar en la misma sala, Moby Dick. Estos suecos tienen talento, en directo suenan bien, los coros estuvieron impecables, el cantante, correcto (salvo en los falsetes de "Void"), pero sigue habiendo ese algo que me faltó, que no acabó de engancharme. Lo mismo que me atrapa desde el primer segundo de un concierto de Editors o Maxïmo Park, y cuya ausencia provocó que en la Moby Dick yo estuviera más que dispersa, pensando en la lista de la compra, mirando al techo o bostezando un par de veces. Como siempre, esto es tan sólo una opinión personal (ya sabemos que influyen muchos factores), aunque me reafirmo en que precisamente "presencia" o "personalidad" abrumadora en el escenario, no tienen. Reitero: sonaron MUY bien, pero para eso te compras el disco y te lo pones en tu casa. Me gusta que un directo aporte más, que te den ganas de contratarlos para que toquen para ti en directo y en persona cada día de tu vida. Como decía, el disco chapeau: mis favoritas son "Pleasure Songs", "Under the Guillotine" y "Slow" (la canción con idéntico título de Showstar me vuelve loca también). Por cierto, a los componentes se les veía contentos (no es para menos cuando unas cien personas sin entrada hacían cola fuera esperando a que el milagro sucediera y sobraran de las que estaban reservadas), especialmente el cantante, cuando le pidió al técnico de sonido tres veces (en inglés) que bajara el volumen y éste no le entendió hasta que se lo repitió a la velocidad del tocino, como si fuera un retrasado mental, o cuando se le trabó la lengua hablando entre canción y canción y todos lo aplaudimos, posiblemente víctimas del síndrome de identificación con cualquier persona que tiene problemas con la lengua inglesa hablando en público.

En otro orden de cosas, Be llegó tarde -por un cúmulo de circunstancias-, devoramos la cena porque llegábamos tarde al concierto, y con el dolor de estómago consiguiente y los tacones -que me calcé esa tarde por otro cúmulo de circunstancias- caminé desde Santiago Bernabéu hasta Avenida de Brasil con una risa nerviosa y un dolor de pies considerable (porque la tira del talón se escurría con las medias, que pueden dar fe de que yo en condiciones normales soporto hasta 10cm 8 horas seguidas). Estuve maldiciendo hasta que oí a una chica (rubia, vestida muy casual, sentada en un escalón de Torre Europa) gritando "¡No me puedes hacer esto! Yo siempre te he dado una oportunidad cuando me lo has pedido...". Lloraba pegada al teléfono, sin importarle lo más mínimo las miradas de los transeúntes... Me di cuenta enseguida de que no era yo quien estaba teniendo el peor día de la Villa de Madrid. El resto de la noche transcurrió entre risas y cotilleos, La Fontana de Oro de Huertas y las anécdotas de los amigos de Arturo, que portaban en su mayoría una nariz más larga que la de Pinocho.

Tengo que pedirle a Jul que me deje ponerme a juego con él cuando salgamos a la calle. Se va a enfadar pero de vez en cuando no puedo evitar caer en las ñoñadas. Qué monada.

[Suena: Pleasure Songs - The Mary Onettes]

domingo, 23 de septiembre de 2007

Las bicicletas son para el verano


Fin.
[Le Hourdel, Pas-de-Calais, Francia]

sábado, 22 de septiembre de 2007

La Noche en Blanco

La Noche en Blanco es una fecha cultural ideal, con arte para todos, y además gratis. Digo que es ideal porque se te hacen los ojos chirivitas al leer todo el abanico de posibilidades que se te abre a modo de cola de pavo real interminable; en cambio, en la práctica la Noche en Blanco fue más bien "Noche en Gris" debido a la lluvia incesante, las interminables colas y las aglomeraciones, no sólo ya en los recintos cerrados, ¡sino en plena calle! La Gran Vía estaba cortada al tráfico, pero para moverte entre la riada de hormiguitas tenías que armarte de paciencia y echarle 10 minutos más de lo habitual. Acabé poniéndome negra. Al final, ni Teatro Real ni Thyssen, y hasta para entrar a ver Athlete en FNAC nos costó lo nuestro (se suponía que no los conocía ni su padre).


Pasamos muchísima vergüenza ajena con las muestras más genuinas de grupismo avanzado por parte de ciertas individuas que, teniendo en cuenta que el escenario estaba a ras de suelo, se pusieron a posar junto al cantante para retratarse no una, sino muchas veces cada una, como si estuvieran haciéndose fotos delante de la Puerta de Alcalá o la de Brandemburgo, solo que era una que estaba tocando la guitarra y cantando para doscientas personas. ¿Os imagináis que la Puerta de Alcalá cantara la canción de "La Puerta de Alcalá"? No se les ocurrió, pero seguro que habría tenido éxito. Para el año que viene lo propongo, o escondo grabadoras gigantescas en los setos para que se reproduzcan solas durante toda la noche. O secuestro a Ana Belén y la escondo en los setos.

Arturo quedó muy contento, porque cuando llegamos a la sección de literatura infantil de FNAC, el taller de cómic acababa de terminar... Qué puñeteros, las sillas y mesitas infantiles habituales las tenían recogidas.


Antes de todo eso, Ismael Serrano, el más campechano por antonomasia, había dado un concierto y firmado hasta que le doliera tanto la mano que tuvieran que resucitársela con electroshock. Claro, es que ser campechano no es de gratis. La fama cuesta. Quien no lo notó tanto fue el bajo de Athlete (no hablo de estaturas), que se paseó por el vestíbulo de FNAC y vio por las pantallas el concierto de Calima (de uno de Ojos de Brujo, nominado a los Grammy Latinos) desde un placentero anonimato (teórico, también, porque hacía una hora yo había visto la carátula del disco y lo reconocí; espero que mi don para la fisonomía no se esfume el día en que me vea en una rueda de reconocimiento). En mi opinión estaba controlando por el rabillo del ojo si alguien lo observaba, al principio debe de ser un fenómeno divertido pensar que haya gente que venga a "verte" o "escucharte" pero sin conocerte personalmente. "Pringaos... estoy a vuestro lado, entre la muchedumbre, y ¡ni me reconocéis! ¡Aprovechad, hombre! En cinco minutos estaré sobre el escenario y me aclamaréis, jajaja". O sea, que antes de adoptar su papel de estrella del rock, se da un baño de masas. A todos les debe de gustar jugar a hacerse los accesibles, ¿eh? No falla, la vena popular se manifiesta (de cuando en cuando) en todos los famosos. Ahora, que para alcanzar el nivel de campechano, ¡eso no basta!

Lo que sí nos basta al resto de los mortales son un TOTP, una botella de agua, una lata de Coca-Cola, unos churros con chocolate, una birra, un sándwich mixto, una Esther, una Irene, un Arturo, un Ernesto, una Pau, una Be. Cualquier cosa menos salir elegir el mismo día del año para culturizarnos que todos los borregos de España. Que es que somos como animales.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Volver a las andadas

Bonito reencuentro con la noche madrileña. Gracias a todos los participantes, al Freeway y al Astoria, al güisqui con hielo, a las pegatinas y a las Polaroid.

Estoy de acuerdo con lo que he leído hace poco por ahí de que en Madrid "hay mucho arte por explotar, y mucho sobrevalorado".


"¿Qué tengo yo para que hagan las escaleras empinadas?"

[Suena: Un buen día - Los Planetas]

Edición: "Estams nun bar kesta en la acera dnfrnt al lao dla iglesia,un pokito+alante dtu uni,kse yama DEN BISNIS. tsprams aki kirene tiene1pedo djupiler kdagusto" - Pau. ¡Otro aniversario!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Atocha

Una calle, una ronda, una estación de ferrocarril, una parada de metro, e incluso una virgen. El nombre de Atocha bautiza numerosos lugares de la zona, y en un día como hoy vuelve a resonar en los medios de comunicación con motivo de la presentación de la segunda hija de los príncipes de Asturias en la Basílica de Atocha. Aunque eso a mí me importa de poco a nada.

Desde pequeña, "vamos a Atocha" llevaba asociado visitar a mis abuelos paternos, Daniel y Dolores, y a la tía Loli y la tía Conchi que, hasta donde soy capaz de echar la vista atrás, ya se hacían cargo de ellos. También había personajes invitados, como la tía Toñi, o Valen(tina), y muy ocasionalmente alguna vecina decrépita. La cita tenía lugar una vez por semana, el viernes por la noche, ineludiblemente, al igual que el sábado por la tarde estaba reservado a los abuelos por parte de madre (y los huevos Kinder que Carlos y Lola habían comprado para los cuatro nietos), hasta que mi hermano y yo crecimos y empezamos a dar otros usos a nuestros fines de semana, saliendo o quedando con nuestros pares.

Nos gustaba visitarlos. Guardo muy buenos recuerdos de las tortillas de patata, los boquerones en vinagre, el queso El Ventero y la nevera dulce perenne, llena de postres y de helados (una de mis tías trabajaba en Nestlé). Era una rutina sana y agradable la de jugar a las cartas con mi abuelo, que apenas podía caminar o articular frases completas debido a una parálisis, pero que con un simple apretón de manos (aún hoy no se me olvidan) o su característico "¡maja, maja!", entre risas, te decía más que un te quiero verbalizado y te recordaba que su cabeza funcionaba mejor de lo que el conjunto de su cuerpo aparentaba. Poco a poco se fueron apagando, él y otros tíos-abuelos que vivían en el mismo edificio, de forma tan silenciosa que todavía a veces, como esta tarde en el salón, tengo que pararme a pensar si no estarán en el baño, o echándose la siesta, para volver a ocupar dentro de un rato su hueco en el sillón, y mirar la tele, hacer crucigramas o rezar el rosario.

Dicen que sobrevino con el calor de este verano. Hasta entonces, mi abuela paterna podía presumir de estar más lúcida que yo, con sus casi 100 años. Me vacilaba, irónica hasta la médula, con su vocecilla rasgada me preguntaba "¿Y qué tal va el Julianico?". En mi reencuentro con ella hoy, por el contrario, me ha preguntado por "Javi", el marido de mi prima, de donde he deducido que algo fallaba, como sucedió hace tres o cuatro años, en una primera ola de síntomas de Alzheimer (o cualquier otra enfermedad degenerativa), que remitió igual que vino. Ya no es la misma. Tiene la mirada perdida, te ve pero no te reconoce del todo, mira con extrañeza; juguetea con todo lo que cae en sus manos, no es capaz de concentrarse para leer su librillo de oraciones, y van tres rosarios extraviados (mal augurio). En un momento dado, medio percatándose de su estado, me coge la mano y me dice "Hija, voy del revés, ¿no?". Intentas explicarle a la yaya que no pasa nada, qué más da si te confunde con otra, con tal de que no se sienta sola, de que me sienta. Le acaricias la cara deseando que la sensación la remita a las de antaño, y de paso a la mano que acaricia, y de paso a mí, su nieta la pequeña. Poder arrancarla del proceso de borrado, a lo Eternal Sunshine of the Spotless Mind, solo que involuntario.

No sé si todos los primeros contactos con el Alzheimer son así de desagradables. Me vuelvo a casa ausente, sumida en mis cavilaciones.
Cuando la gente no te recuerda, no existes.


[Suena: It's A Fire - Portishead]

martes, 18 de septiembre de 2007

Tal día como hoy... (II)

Las niñas de El Resplandor se manifestaron en el Palacio de Versalles (Yvelines, Ile de France).



Hay rumores que afirman que podrían reaparecer el 17 de enero en Madrid como The Shining DJs... Espeluznante, ¡pero daría un gustirrinín!

El verano de 2006 daba sus últimos coletazos con expresiones en nuestro vocabulario básico que no perduraron como:
  • Haz lo que debas
  • Esto pa' que vuelvas
  • 4 euros
  • El aceite se siega
  • ¿Y te lo hace con el tampón?
  • Babilla de cerveza
  • SPA...ti, SPA...mí, SPA...cagarse.

Soy muy aficionada a anotar frases estúpidas, el fallo es no apuntarlas en contexto, como ésta del 3 de febrero de 2006 de Paula: "Estaba lleno de veinteañeros con flequillo y chapitas y yo, ¡¡¡ostras, me han pillao!!!". Memoria de pez.

[Suena: Street Map - Athlete]